Mejorar la eficiencia del gasto requiere trabajar duro para desarrollar la capacidad dentro del gobierno, y el consenso y la coordinación fuera de éste.
Mejores instituciones: la clave para un mejor gasto público
(Capítulo 9)
Gran parte de este libro se ha centrado en diagnosticar las ineficiencias del gasto público en América Latina y el Caribe, tanto a nivel macro como en otros diversos sectores, desde educación y salud hasta infraestructura y seguridad pública, que contribuyen al bienestar de los ciudadanos de la región. En cada uno de los capítulos individuales también se han propuesto políticas y enfoques específicos para mejorar la eficiencia del gasto. Este analiza la última pieza de este rompecabezas, es decir, las instituciones que velan por un gasto público eficiente y llevan a cabo una política pública productiva y orientada al crecimiento.
Desde una perspectiva macroeconómica, América Latina y el Caribe ha luchado históricamente para alcanzar la sostenibilidad fiscal e implementar políticas fiscales de estabilización (es decir, contracíclicas). Además, la región ha sesgado de forma continua su gasto en contra de la inversión pública, no solo en términos relativos al gasto corriente sino también en términos per cápita. A su vez, puede que este sesgo haya perjudicado el crecimiento económico (sobre todo debido a los bajos niveles de infraestructura de la región). Naturalmente, esto tiene una importancia particular en una región como América Latina y el Caribe, donde una gran parte del crecimiento económico es impulsada por factores externos como los precios de las materias primas y los ciclos financieros globales. Si la región pretende graduarse de esta trampa de la dependencia e integrarse en la economía global de manera más estratégica con un mayor valor añadido, con empleos mejores y más productivos, y un crecimiento sostenido impulsado por factores domésticos, debe revertir este sesgo contra la inversión pública. La primera parte de este capítulo se centra en el rol que las instituciones, sobre todo las instituciones fiscales como las reglas fiscales, han tenido para ayudar a América Latina y el Caribe (y a otras regiones) a lidiar con la sostenibilidad fiscal y la estabilizad de la política fiscal. La conclusión es que las reglas fiscales en la práctica han contribuido a reducir la probabilidad de crisis de la deuda y la prociclicalidad, pero no están exentas de defectos. De hecho, han tendido a exacerbar el sesgo en contra de la inversión pública. Leer más.